Hazme ver a Cristo como tú lo hiciste en esta tierra y abandonarme en su servicio a imitación tuya, hasta mi muerte.
Hubo otra corta interrupción, pero esta momento sin apartarse del ámbito purista, sin embargo que en 1917 viaja a las ciudades de Nueva York y Madrid para realizar estudios, quedando provisionalmente a cargo de sus cátedras el doctor Domingo Luciani. Reinicia su actividad docente el 30 de enero de 1918, hasta su muerte.
After his death, Hernández's fame began to spread. Claims were made around the country that miracles had been experienced in cases where his intercession before God had been invoked.
En la Iglesia de Nuestra SeñAhora de la Candelaria de Caracas, reposan los restos del médico,[47] lo cual genera que el templo sea sede de nutridas peregrinaciones de fieles de todo el mundo que agradecen sus «favores».
Destacan en el mural “Nuestro santo venezolano”, en la fachada del Colegio de Médicos del estado andino, que en un abertura se refleja la Catedral de Mérida y en el otro el Hospital Universitario de los Andes.
El Papa deberá convocar un consistorio para lanzarse la plazo en que se hará la ceremonia para convertirlo en santo oficialmente. “Que Altísimo le dé mucha Vitalidad y vida a nuestro querido Papa y que pronto celebremos acá en Roma la canonización”.
On June 29, 1919, José Gregorio was on his way to one of his patients' homes after purchasing medication for her. He was struck by one of the few cars in the city of Caracas, landing on his back and striking his head on the sidewalk, resulting in a skull fracture.
En el mismo coche que lo atropellara llevaron a José Gregorio a toda carrera hasta el Hospital Vargas. Cuando llegaba el coche con la victima luego en estado de coma cloruro sódicoía en ese momento del hospital el Presbítero Tomás García Pompa, Capellán de esa institución quién al enterarse del caso regresó cabal a tiempo para imponer los Santos Oleos al agonizante.
La plazo exacta de la aparición de José Gregorio a Parejoís se desconoce, pero se sabe que sin embargo en noviembre de 1889 se encontraba estudiando en el laboratorio de histología de Mathias Duval. Estos abriles en la caudal francesa habrían de resultar muy positivos para su ulterior ampliación como profesional y, como consecuencia, asimismo serían decisivos para el avance de la oncología moderna en Venezuela. En Idénticoís José Gregorio no perdió su tiempo en vanas diversiones, sino que dedicó todo su esfuerzo al estudio, la experimentación y al examen de su profesión en los hospitales de esa ciudad, superando sus conocimientos a través del contacto directo con algunos de los mejores clínicos e investigadores franceses del momento.
Urgente investigador, fundador de la oncología científica en Venezuela, estaba convencido de que la ciencia Cuadro singular de los principales medios para sacar al país de la miseria material y cultural.
José Gregorio planned to stay in the Andean region of Venezuela longer, but in the summer of 1889 he received a letter from one of his former professors telling him that he had recommended to the then-president of Venezuela, Juan Pablo Rojas Paúl, that José Gregorio be sent to Paris to continue his studies to contribute to the modernization of Venezuelan medicine.
Figura authorities tried to load his coffin into a funeral carriage to leave for the funeral Mass at the cathedral, the crowd of thousand started crying “Doctor Hernández is ours” and “Doctor Hernández will not go to the cathedral in a carriage” — instead, they took the coffin in their arms to carry his body to the cathedral and later the cemetery.
Los biógrafos señalan que poco antaño de fallecer hizo un comentario a amigos en el que aseguraba que había ofrecido su vida para que acabara la primera guerra mundial.
La voluntad de Alá lo quiso laico. Experiencia esencia para personarse la vida cristiana como camino de búsqueda obediente a la voluntad de Alá, y la santidad la verdad sobre josé gregorio hernández de la vida laical en medio de las vicisitudes del mundo.